Muchas veces, al pedir perdón a Dios por alguna falta o pecado que cometimos, nos sentimos, en cierta forma, aliviados… pero no del todo. ¿Nunca te pasó que de la nada te acuerdas de un pecado que cometiste en 1997 –por el cual ya pediste perdón— y sientes como que Dios no te ha perdonado aún? Hay veces que, dependiendo de la gravedad de la falta, nosotros mismos no conseguimos perdonarnos y siempre la tenemos en mente. ¡Toma cuidado! Se puede tratar de una acusación del enemigo. Si es así, te recomiendo que leas este texto sobre “Como reconocer la acusación de Satanás de la reprobación del Espíritu”. ¿Cómo alguien podría vivir de esa manera, pensando que sus pecados no han sido perdonados? El sentimiento de acusación y miedo de la condenación eterna es un peso enorme al cual muchos cargan durante toda la vida. 

Déjame decirte algo que ya sabes: ¡DIOS YA PERDONÓ TUS PECADOS! ¡SIÉNTETE ALEGRE Y TOTALMENTE ALIVIADO POR ESO! –hay veces que realmente necesitamos oírlo nuevamente—. Por medio de la redención de Cristo, todo aquel que en Él cree tiene el perdón de los pecados (Hchs 10:43). ¡Delante de Dios el registro de nuestros pecados fue eliminado! Sólo con creer ya no seremos juzgados por los pecados cometidos anteriormente (Jn 3:18). ¡Qué bendición es poder vivir con la conciencia libre de ofensas! 

Bueno, una vez que pedimos perdón debemos experimentar vivir como si tuviéramos una vida nueva. Es por eso que debes poner en práctica estos 3 pasos para disfrutar del perdón y ser totalmente libre en Cristo: 

PASO 1 – SER ILUMINADOS POR LA PALABRA DE DIOS

¡La palabra de Dios es maravillosa! Es la carta de amor que nos dejó nuestro Padre celestial, la cual cuenta nuestro pasado y nuestro futuro. También, expone nuestro presente: nos muestra cómo somos y cuál es nuestra condición. El hablar de Dios no sólo expone nuestros errores exteriores, sino también ilumina lo más profundo de nuestro ser (Hbr 4:12-13). Es por eso que ni bien somos iluminados debemos arrepentirnos. Después de oír la palabra del Señor, sentimos un ardor en nuestro interior que genera un fuerte deseo de volvernos a Él, de andar en Sus caminos y de hacer Su voluntad (Lc 24:32). 

PASO 2 – CREER EN LA PALABRA DE DIOS

Creer es recibir, entonces, al creer en Dios, recibimos todo lo que Él hizo por nosotros: por el hecho de que Cristo es justo, al creer, llegamos a ser justos; por el hecho de ser santo, nosotros también llegamos a ser santos, apartados para Dios; por el hecho de haber muerto por nosotros y de habernos reconciliado con Dios, al creer, tenemos paz con Él.

PASO 3 – PROCLAMAR FIRMEMENTE NUESTRO ARREPENTIMIENTO

Después de ser iluminados y de pedir perdón, el Señor nos perdona. Repito: NOS PERDONA. Nuestras vestimentas, que quieren decir nuestras acciones, se vuelven más blancas que la nieve. Entonces ¿por qué dudar? Esa es una trampa de Satanás, que desde la fundación del mundo confunde a las personas y hace dudar de la palabra de Dios (Gn 3:1). Es por eso que debemos permitir que la sangre de Cristo hable e interceda por nosotros en contra de Satanás, nuestro acusador delante de Dios (Ap 12:10). Debemos hacer público nuestro arrepentimiento, debemos proclamarlo firmemente. Mientras más completa sea nuestra confesión, más fuerte será la base para vencer a nuestro acusador. 

CONCLUSIÓN

Estos tres ítems te ayudarán a resistir a esos ataques del enemigo. Proclama: “¡YA FUI PERDONADO! ¡LA SANGRE DE JESÚS ME LAVÓ!”. Disfruta de una nueva vida con Él, quítate ese peso de encima y ¡sé libre! “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Rm 8:1a). ¡Ah! ¡¡Y no te olvides de invocar!! Siempre que esos pensamientos de no haber sido perdonado vengan a tu mente, recuerda: “¡OH, SEÑOR JESÚS! ¡OH, SEÑOR JESÚS! ¡SEÑOR JESÚS!”.

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí que todas son hechas nuevas.” (2 Co 5:17)

Texto inspirando en el libro “Una Vida con Propósito y Calidad Interior” de la Editora Árvore da Vida.

Autor: Maria Paula Ñañez

Traducción del texto original en portugués TRÊS PASSOS PARA DESFRUTAR DO PERDÃO del blog EU VOS ESCREVI.